Wilborada era una asceta que vivía en cercanías del monasterio de San Galo en Suiza. Un día tuvo un sueño profético, en el cual predijo una invasión de húngaros en su región, ella le contó su sueño al abad del monasterio, él le cree y pone a salvo los libros que eran el tesoro más grande de la abadía. Efectivamente se da la invasión y los húngaros logran destruir la abadía pero no logran destruir la biblioteca. Sin embargo, Wilborada muere durante esa invasión en el año 926.

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La biblioteca de San Galo, hoy en día es considerada una de las joyas arquitectónicas y culturales más importantes de la humanidad, de hecho, es considerada por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) como patrimonio de la humanidad.